Con motivo de la celebración de los actos conmemorativos del Día de las Fuerzas Armadas (DIFAS) 2023, y bajo el lema “Defensores de la paz y la libertad”, en la Dársena del Parrote de A Coruña se realizó, desde el 8 al 11 de junio, una importante exposición estática de medios y material del Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire y del Espacio, la Guardia Civil, la Unidad Militar de Emergencias y la Delegación de Defensa.
Entre ellas, y en una de las tiendas militares instaladas, se mostró la exposición fotográfica “Las Fuerzas Armadas en las Campañas Antárticas”, comisariada por José Ricardo Pardo Gato, y que fue visitada por un gran número de ciudadanos durante las fechas en las que se prolongó la exposición.
Las campañas antárticas constituyen la misión en el exterior más antigua de las que desarrollan actualmente las Fuerzas Armadas españolas. Se lleva realizando ininterrumpidamente desde el año 1987, cuando comenzaron los trabajos de instalación de la base Juan Carlos I, que gestiona el CSIC. Durante la tercera campaña, correspondiente a los años 1989-1990, se inició en isla Decepción la construcción de un refugio observatorio al que se denominó Gabriel de Castilla, en recuerdo del navegante y explorador español que en 1603 avistó tierras montañosas que bautizó como Islas de la Buena Nueva, y que hoy se conocen como el archipiélago de las Shetland del Sur.
La base “Gabriel de Castilla” la gestiona el Ejército de Tierra, al mando de un comandante junto con otros 12 componentes militares que dan apoyo y ofrecen la logística necesaria a los científicos e investigadores, españoles y extranjeros, que realizan en esta base, y en la isla Decepción donde se asienta, su encomiable labor en favor de la ciencia. Asimismo, la Armada, a través del buque de investigación oceanográfica Hespérides, facilita las tareas logísticas necesarias de traslado de personal, material, así como avituallamiento en esa zona alejada del planeta. Un auténtico marco sin igual para el desarrollo de la ciencia y en el que el Ejército español, dada la peligrosidad del terreno y la dificultad del medio, aporta su inestimable y necesario grano de arena en pro del conocimiento.